Blanca Eekhout / Artículos
El comandante Chávez con la espada del Libertador
Hoy nuevamente se confrontan la cultura imperial y la experiencia de resistencia histórica de los pueblos. Si algo ha querido borrar el imperio es nuestra historia; nuestra historia es una fuente, es un espejo, nos hace conscientes de lo que somos y responsable de lo que seremos. Perder la historia es perder el rumbo propio, el sentido, la orientación, el camino. Por ello, los dominadores nos plantean la inmediatez, un presente eterno que no tiene causas, ni consecuencias. Una relectura histórica basada en el olvido, en la desmemoria.
Pero la historia está viva, se muestra, se expresa, se manifiesta en cada evento de nuestra existencia. Hoy como hace 200 años Venezuela vuelve a ser una amenaza para el poder imperial. Hoy igual que ayer, los nacidos en esta tierra soñamos un mundo nuevo y nos atrevemos a construirlo. Nuestro Bolívar pensó haber arado en el mar, pero, la historia que él y su Ejército Libertador escribieron, quedó grabada de manera indeleble en la conciencia colectiva de nuestro pueblo. Por eso, cuando nuestro Comandante Chávez alzó la bandera de nuestra historia, la Patria entera, sus hombres y sus mujeres, se estremecieron y ese despertar del pueblo, el mismo que derrotó al imperio español, ha vuelto viva nuestra historia.
Hoy igual que ayer, la Patria es atacada, satanizada, víctima de una feroz campaña internacional que pretende otra vez ocultar la verdad histórica; la historia imperial europea, marcada por el robo, el saqueo, el asesinato, la masacre, el exterminio, la explotación; y la historia de resistencia así como también de victoria emancipadora y libertaria de nuestros pueblos. Pero la verdad histórica brota, renace, resucita y amenaza al poder exterminador del olvido. Este 19 de abril de 2010, la historia hará un conjuro contra la desmemoria, la espesa sombra del olvido está atravesada por el rayo infinito de luz de Nuestro Bolívar, por el sol de nuestros indígenas en lucha y por el arcoiris de nuestra resistencia negra.
Hoy, la luz que nace en esta Patria, la Revolución Bolivariana, es esperanza para la humanidad entera. La gran diferencia entre su historia y la nuestra, es que nosotros hijos de la mezcla, solo podremos ser plenos y libres en un mundo de iguales y justos, en un mundo nuevo.
¡Viva Bolívar! ¡Viva la Patria!
