Blanca Eekhout Gómez

Documentos

  • LIBRO: Simón Bolivar: Mensaje al Congreso Constituyente de la República de Colombia. 20 de enero 1830

    “Yo recuerdo cuando era teniente que daba clase en la Academia Militar. Buscando libros y libros me enteré leyendo que a Bolívar lo expulsaron de Venezuela y créanme que a mí me dio una indignación porque eso nunca no los dijeron tampoco, nunca lo supimos que a Bolívar lo expulsaron de aquí y que a Sucre le prohibieron retornar a su patria chica Venezuela. De cosas como esas uno se fue enterando en el camino y eso prendió la conciencia. 1830, les ruego, busquen ese discurso de Bolívar, el último discurso que dio Bolívar al congreso constituyente instalado allá en Colombia.

    Trataba de salvar Bolívar la unidad, y sobre todo de darle legitimidad a su gobierno. Había asumido la dictadura, por necesidad se dividió el congreso, los santanderistas hicieron imposible la convención de Ocaña, lo mandaron a matar y entonces él dice: qué voy a hablar yo de libertades y llama a un congreso. Eso fue en enero de 1830, y termina con esa frase:

    “Conciudadanos me ruborizo al decirlo, la independencia es el único bien que hemos conseguido a costa de todo lo demás”.

    Se estaba refiriendo a 20 años de revolución.

    “La independencia es el único bien que hemos conseguido a costas de todos los demás pero es el único bien que hay que preservar. Será la puerta abierta que nos permitirá recuperar todo lo demás que perdimos”.

    Sólo que al poco tiempo también se perdió la independencia y pasó todo el siglo XIX y pasó todo el siglo XX, hasta que llegó la revolución bolivariana, bendito sea Dios y recuperamos la independencia.

    Hugo Chávez en acto con el PSUV, Hotel Alba Caracas

    14 de julio de 2010

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  • POEMA: Un canto para Bolívar. Pablo Neruda. 1950

    Capitán, combatiente, donde una boca

    grita libertad, donde un oído escucha,

    donde un soldado rojo rompe una frente parda,

    donde un laurel de libres brota, donde una nueva

    bandera se adorna con la sangre de nuestra insigne aurora,

    Bolívar, capitán, se divisa tu rostro.

    Otra vez entre pólvora y humo tu espada está naciendo.

    Otra vez tu bandera con sangre se ha bordado.

    Los malvados atacan tu semilla de nuevo,

    clavado en otra cruz está el hijo del hombre.

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  • LIBRO: Bolívar pensamiento precursor del antiimperialismo. Francisco Pividal

    Hugo Chávez en la Graduación de Activadores a la Licenciatura en Educación, Mención Desarrollo Cultural. Teatro Teresa Carreño. 21 de julio de 2010.

    Recomiendo este libro, otra vez lo recomiendo, “Bolívar: pensamiento precursor del antiimperialismo”. Francisco Pividal, un compañero cubano ya fallecido, historiador cubano.

    Bolívar era un gran antiimperialista y estaba enfrentado a Estados Unidos ya. Aquí hay cartas donde se refleja cómo Bolívar se enfrentó a Estados Unidos y cómo el gobierno de Estados Unidos saboteó el Congreso de Panamá. Mira lo que dice William Tudor, un gringo, que era el enviado de Estados Unidos en Suramérica. Aquí hay una carta que dice:

    “Entre los papeles se encontraron muchas importantísimas cartas de Bolívar, de Sucre y otros generales las cuales arrojan considerable luz sobre los designios del primero y serán una ayuda poderosa para Santander en sus esfuerzos para proteger la Constitución de Colombia contra los pérfidos designios del usurpador”.

    Fíjate lo que los gringos hacían, apoyando a Santander. Así terminó Bolívar siendo señalado. Como un usurpador, como un tirano. Él que fue el Libertador, terminaron casi todos llamándolo tirano y Santander, el gran demócrata, el liberal, el hombre de las leyes.

    Ayer salió un artículo por ahí en un diario, una revista de Londres ayer donde dicen, hablando de Bolívar, porque es que Bolívar ha vuelto a la batalla. Entonces ahora en Londres acusan a Bolívar de que le dio la espalda a la democracia. Es lo mismo que decían en Londres en 1828, 1829, allá atacaron a Bolívar porque quería hacer una revolución verdadera y quería la libertad de los esclavos. Lo atacaron en Washington, en todas las capitales, en Caracas, en Valencia, en Bogotá, en Quito, en La Paz, en Buenos Aires. Los ricos no lo querían, le tenían miedo y cuando murió hicieron fiesta. Y cuando mataron a Sucre hicieron fiesta y luego montaron su hegemonía que ahora comenzó a acabarse, 200 años después.

    Vean ustedes cómo es importante saber la verdad histórica. Con esta verdad nosotros somos libres. La verdad nos hará libres. Con esa verdad batallaremos y construiremos la patria bolivariana.

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  • LIBRO: Diario de Bucaramanga. Perú de Lacroix

    Hugo Chávez en la Graduación de Activadores a la Licenciatura en Educación, Mención Desarrollo Cultural. Teatro Teresa Carreño. 21 de julio de 2010.

    Esto es 24 de mayo de 1828. Bolívar ya estaba batallando duro, tratando de salvar la patria. Y entonces convoca la Convención de Ocaña tratando de hacer una Constitución. Fracasó, lo saboteó Santander y un conjunto de traidores, tanto de la Nueva Granada como de Venezuela.

    Entonces estaban en Bucaramanga que estaba cerca de Ocaña, un pueblito colombiano, una ciudad colombiana. Él se desplazó a Bucaramanga para estar pendiente de los acontecimientos de la Convención. Y allí estaba con un grupo de sus más cercanos generales y oficiales y uno de ellos, un militar francés llamado Luis Perú de Lacroix; el coronel Lacroix, francés.

    Él se vino a luchar aquí y era como edecán de Bolívar, era intelectual y escribía. Entonces Perú de Lacroix escribió el “Diario de Bucaramanga”, las conversaciones que él sostenía y que ellos, el pequeño grupo, sostenía todos los días con Bolívar: a veces desde la hamaca, a veces iban a misa, salían a caminar por el campo, salían a caballo, iban a bañarse al río, esperando, recibían noticias, jugaban cartas por la noche. Dicen que a Bolívar no le gustaba perder, se ponía furioso cuando perdía y le echaba la culpa al compañero. Cantaban. Un día lo consiguió llorando.

    Entonces, fíjate lo que dice Bolívar un día 24 de mayo, lo que escribe Perú de Lacroix. Esto es escrito casi en vivo: él hablaba y anotaba. No había grabadores, no había esos recursos de hoy, pero él escribía. Era como si un periodista estuviera entrevistando a alguien. Vamos a ver una paginita del día 24 de mayo de 1828:

    “Los correos de Bogotá, del Sur y de Venezuela, llegaron esta mañana, y las cartas particulares, así como las comunicaciones, hablan todas del estado de efervescencia de aquellos países y de la Convención y contra los individuos del partido santanderista que se hallan en las provincias. Toda la mañana y por la tarde el Libertador estuvo ocupado en leer y contestar la multitud de cartas que había recibido, y en la comida habló de su contenido.

    Después habló de la servidumbre del pueblo, siempre oprimido por los militares, clérigos, abogados y doctores y dijo que eso sucedería aún con la Constitución más democrática, por que depende de la poca educación y de las costumbres; que en Colombia hay una aristocracia de rango, de riqueza y de empleos, equivalente por sus pretensiones a la aristocracia de título y de nacimiento en Europa; pero que las leyes y la educación irían poco a poco estableciendo el equilibrio social”.

    Bolívar decía, ‘oye el estado de esclavitud en que está el pueblo’. Y por eso es que lo mandaron a matar y lo echaron. Él quería libertad al pueblo de verdad, no sólo los esclavos que eran esclavos-esclavos, sino al pueblo, la esclavitud de la pobreza, de la miseria. Entonces él se quejaba ahí con sus compañeros.

    Él estaba claro que no se trataba de escribir constituciones. No se trata sólo de escribir constituciones sino de llevarlas a la realidad. Es decir, de hacer una verdadera revolución social, económica, política. De eso se trataba y de eso se trata hoy.

    Mira lo que dice Bolívar aquí:

    “En toda Colombia hay una aristocracia de rango, de empleos y de riqueza, equivalente por su influjo, por sus pretensiones y peso sobre el pueblo a la aristocracia de títulos y de nacimiento, la más despótica de Europa.”

    Lo trituraron porque se quedó sin pueblo. Oído al tambor. Aquella aristocracia logró confundir al pueblo y  Bolívar se quedó solo y cuando se quedó solo lo destrozaron. Por eso esta burguesía trata.

    Lejos estoy de compararme con el Padre Bolívar. Yo soy apenas un microscópico ser, un microscópico soldado delante del gigante Bolívar. Pero la estrategia es la misma. La burguesía trata de dejar a Chávez solo para liquidarlo, para pulverizarlo. La estrategia es la misma sólo que ahora parece que no lo han logrado y yo creo que no lo van a lograr porque hay un pueblo culto. La Misión Cultura, un pueblo que despertó, un pueblo consciente, cada día más unido, más sólido. Yo así lo veo, así lo creo y tengo la esperanza de que este pueblo más nunca se dejará engañar por nadie ni por nada. Por tanto será libre y aquí tendremos una patria verdadera.

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  • LIBRO: La transición hacia el postcapitalismo. Wim Dierckxsens

    “Hablar de la utopía no es soñar, sino anticipar cómo lograr una sociedad de seres humanos libres e iguales que como sujetos construyan su futuro” (p. 55).

    El investigador holandés Wim Dierckxsens hace una cuidadosa disección del contexto económico global para develarnos síntomas inequívocos de la fase preagónica del sistema capitalista y del modelo neoliberal. Para ello, analiza meticulosamente la crisis que vive actualmente los Estados Unidos, probablemente la más conspicua de todas las sociedades capitalistas.

    El debilitamiento del dólar, el empantanamiento de la política internacional estadounidense que se hace patente en guerras como las de Irak y Afganistán, la implosión del sistema económico manifiesta en la debacle del mercado hipotecario estadounidense, el desempleo interno, la pérdida hegemónica global y los desastres ecológicos, todos son síntomas de la implosión del capitalismo a nivel global.  El neoliberalismo estadounidense y global jamás subordinó las motivaciones del desarrollo a las necesidades sociales, por lo que el discurso de sus defensores es cada día más vacío y contradictorio.

    Para Dierckxsens, esta fase preagónica del capitalismo es “un horizonte superable”, ya que ella misma motiva y fundamenta le necesidad de nuevas alternativas que apuntan a la sociedad socialista, basada en una nueva racionalidad económica fundamentada en el respeto a la vida y al medio ambiente.

    El investigador holandés deja claro que la fase de transición hacia un modelo que adopte como principio rector la “ética del bien común” o ética solidaria será, tal como es, una transición dolorosa: “Esta ética de salvarse a costa de todo y todos no salvará a nadie, aunque generará un sufrimiento cada vez más amplio  e insoportable para amplias mayorías. En medio de este dolor se genera la resistencia mundial contra la globalización. Esta resistencia no sólo deslegitima al propio sistema, sino además genera una ética alternativa: la ética solidaria”.

    Una lectura imprescindible para poner en perspectiva la importancia histórica de la revolución bolivariana y latinoamericana en la construcción del desarrollo sustentable en sociedades más equitativas, preponderantemente humanas y realmente soberanas.

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